El triángulo de la tristeza (crítica)

 

El triángulo de la tristeza

⭐⭐⭐

Año: 2022
Duración149 min.
País: Suecia
Dirección: Ruben Östlund
Guion: Ruben Östlund
Música: Varios
Fotografía: Fredrik Wenzel
Reparto: Harris Dickinson, Charlbi Dean, Zlatko Buric, Dolly De Leon, Woody Harrelson, Vicki Berlin, Henrik Dorsin, Sunnyi Melles, Iris Berben, Arvin Kananian

Carl y Yaya, pareja de modelos e influencers, son invitados a un crucero de lujo. Mientras que la tripulación brinda todas las atenciones necesarias a los ricos invitados. Después de una serie de sucesos posteriores a la cena con el capitán la tripulación se vera afectada por razones que esta fuera de sus manos.

La gran ganadora de la palma de oro de este año en el pasado festival de cine de Cannes resulta ser una mezcla de drama con intriga y comedia, mientras hace una crítica social y de las diferentes jerarquías de poder en sus divididas partes. Que si hablando de estructura gramatical, quedan huecos sobre los diferentes aspectos argumentales, aunque hace lo posible por hacernos conocer los personajes principales no lo logra, y si eso pasa con ellos, los secundarios pasan a ser personajes de relleno, que si bien, funcionan para dar comedia o drama en la trama, no están bien estructurados.

Una película hablada en totalidad en ingles siendo una película sueca es algo interesante algo que su director no lo había hecho en sus anteriores trabajos, tomando en cuenta que su película anterior “The Square”, que también fue ganadora de la palma de oro, fue una película totalmente en sueco, pero bien lograda.

Los aspectos a nivel técnico como cinematografía o diseño de producción son tanto irrelevantes ya que no hay un desglose de arte en ellos. en cuanto al vestuario hablando de una película con influencers y mundo de la moda e incluso personas adineradas; suele ser un vestuario muy poco relevante o importante en ninguna escena.

Una película con un sonido minimalista y bien construido ya que es lo poco que resalta en las escenas. Una película de ciento cuarenta y nueve minutos, que en momentos parece demasiado tiempo.

VICTOR V.